Sostenibilidad, IA y regulación: los retos de la industria acuícola en América Latina
Dado el potencial que tiene este sector debe prepararse ante diversos retos, como los que plantea la IA para contextualizar los datos, transformándolos en información que sirva como insumo para procesos más sostenibles y eficientes.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ya en 2020 la producción acuícola mundial había alcanzado 122,6 millones de toneladas.
En Latinoamérica el panorama no es muy distinto, pues esta actividad ha tenido un crecimiento exponencial en las últimas décadas, contribuyendo a fortalecer la oferta alimentaria tanto del continente como del resto del mundo.
El salmón, por ejemplo, es la especie de producción acuícola más comercializada en Chile. De hecho, en 2019 produjo cerca de 900.000 toneladas, aportando el 30% del salmón del mundo y siendo el mayor productor de esta especie, sólo detrás de Noruega. Ecuador destaca por su producción de atún a nivel mundial, siendo el segundo mayor productor solo después de Tailandia. Y según cifras de 2020, en Colombia se produjeron 179.351 toneladas de pescado y camarones, a través de 35.268 unidades productivas.
Andrés Sammartino, Sales Manager Latin America Southern Cone Rockwell Automation, revela que este es un sector con mucho potencial para seguir desarrollándose, y entre los desafíos que le deparan está la transformación que implica la IA a la hora de contextualizar los datos, transformándolos en información y asegurando la trazabilidad de los procesos que caracterizan a este rubro con un enfoque más sostenible y eficiente.
El ejecutivo, en esta línea, comenta que los países dedicados a la producción acuícola deben implementar programas que garanticen la sostenibilidad de las granjas y empresas especializadas, estableciendo protocolos de manejo de sustancias químicas, uso del suelo y el agua, control de enfermedades y un correcto manejo de las especies exóticas.
Otro punto relevante es la implementación de regulaciones que permitan que la actividad acuícola se desarrolle en armonía con el medio ambiente. Igualmente, potenciar la educación y capacitación del personal que se desempeña en la producción acuícola, en bioseguridad y buenas prácticas de producción se suma a los retos fundamentales de este sector.