Se disfrazaron de manchas de petróleo para protestar frente a un banco en Brasil

Fotograma de hombres disfrazados de manchas de petróleo que promovieron una protesta en Río de Janeiro para exigir que los bancos públicos dejen de financiar proyectos de combustibles fósiles, como crudo, gas y carbón, e impulsen en Brasil iniciativas orientadas a mejorar la crisis climática. EFETV

Hombres disfrazados de manchas de petróleo promovieron una protesta en Río de Janeiro para exigir que los bancos públicos dejen de financiar proyectos de combustibles fósiles, como crudo, gas y carbón, e impulsen iniciativas orientadas a mejorar la crisis climática en Brasil, país que está en el top ten de la contaminación mundial y que según estimaciones superará este 2020 en 10% sus emisiones a la atmósfera

La acción se realizó frente a la sede del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), una de las mayores entidades financieras de este tipo en el mundo y que ha aportado millonarias sumas, de las arcas públicas, para proyectos de producción de petróleo, gas y carbón.

Esta protesta fue impulsada por organizaciones ambientalistas y por la Asociación de Hombres y Mujeres del Mar de la Bahía de Guanabara (AHOMAR).

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En el top ten de la contaminación mundial

La manifestación está inspirada en la posición que ocupa Brasil entre los países más contaminantes según el Sistema de Estimativas de Emisiones de Gases del Efecto Invernadero (SEEG) dependiente del Observatorio del Clima de ese país. La entidad en sus estadísticas ambientales señala que las emisiones brasileñas de dióxido de carbono y de otros gases contaminantes saltaron un 9,6 % el año pasado, desde 1.980 millones de toneladas en 2018 hasta 2.175 millones de toneladas en 2019.

Esto elevó a Brasil desde el séptimo hasta el sexto lugar en la lista de países que más lanzan gases contaminantes en el mundo, por detrás de China, Estados Unidos, la Unión Europea, India y Rusia.

Plataforma petrolera en el mar /Imagen BNAméricas

Protesta en medio de cumbre financiera

La manifestación tuvo lugar este jueves, en momentos en que paralelamente en París se realizaba la “Finance in common”, cumbre en la que participaban representantes de 450 bancos de fomento al desarrollo del mundo, responsables por manejar dos billones de dólares de dinero público.

Más de 16 mil millones de dólares en 10 años

Estudios realizados por la organización 350.org señalan que el BNDES ha destinado más de 90.000 millones de reales (unos 16.666 millones de dólares) en los últimos diez años a iniciativas de combustibles fósiles.

La Manifestación

Los manifestantes, disfrazados de manchas de petróleo con trajes negros de pies a cabeza y gritando “¡basta de combustibles fósiles!” y “¡combustible renovable ya!”, regaron tinta negra sobre el logotipo de la entidad en un acto simbólico que simuló el daño que causa el hidrocarburo en el mar.

Para Ilan Zugman, gestor ambiental de 31 años y representante de 350.org, es necesario que el BNDES comience a invertir en proyectos de fuentes renovables y deje de seguir apoyando iniciativas de energías “sucias que causan cambios climáticos, porque invertir en combustibles fósiles no es una inversión social, es algo que va a traer beneficio a muy pocas personas y a causar un daño muy grande a la mayoría de la población”, aseguró a la agencia noticiosa Efe.

Los pescadores de la bahía de Guanabara, en el litoral de Río de Janeiro, son uno de los principales afectados pues la presencia permanente de plataformas petroleras en esta área destruye el medio ambiente y reduce sus posibilidades de subsistencia, denunciaron.

“Nosotros navegamos al lado de refinerías, estamos navegando y pescando al lado de embarcaciones que son para la actividad del petróleo y esa intensificación de la explotación nos impacta directamente”, aseguró Alexandre Anderson, un pescador de 50 años.

Compromiso de reducción

Brasil se comprometió en 2009 a reducir sus emisiones de gases entre un 36% y un 39% en diez años, con lo que los lanzamientos no pueden superar los 2.068 millones de toneladas en 2020. Y como signatario del Acuerdo de París prometió disminuir sus emisiones en un 37% para 2025, hasta un máximo de 1.346 millones de toneladas.

Pero, según las proyecciones del SEEG, con el aumento de la deforestación en el país, que en 2019 alcanzó su mayor nivel en 11 años con más de 10.000 kilómetros cuadrados de vegetación devastada en la Amazonía, las emisiones brasileñas deben aumentar al menos un 10% en 2020, con lo que se ubicarían en 2.392 millones de toneladas, por encima de la meta prometida de 2.068 millones de toneladas.

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