Innovación: Invernaderos de última generación en Pozo Almonte
Subsecretario de Agricultura, José Ignacio Pinochet y delegado presidencial Miguel Ángel Quezada destacaron iniciativas que prometen un gran futuro para la agricultura del desierto.
Lechugas en el invernadero de Gloria Mamani y pimentones en el de Pedro Mamani son las verduras hidropónicas que agricultores de la Asociación Indígena Flor del Desierto, en Pozo Almonte, están produciendo, gracias al apoyo del Ministerio de Agricultura y la Conadi, invernadores que fueron visitados por el subsecretario de Agricultura, José Ignacio Pinochet, el delegado presidencial de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada, el seremi de Agricultura, Fernando Chiffelle y el director regional de Conadi, Eleodoro Moscoso.
Para el subsecretario de Agricultura, José Ignacio Pinochet, “en Pozo Almonte estamos haciendo una pega muy bonita, con cuatro invernadores que podríamos llamar de última generación que nos hacen soñar con un futuro mejor. Ya estamos viendo que los jóvenes se están interesando más, que ellos involucran a sus hijos, a sus familias, que es lo que hemos intentado hacer en el gobierno del Presidente Sebastián Piñera: poner a las personas al centro, generar razones para que la gente quiera estar o quiera volver a sus tierras”.
Además, el subsecretario apuntó a que “se busca que el trabajo sea menos castigador, sea menos duro, menos cansador y que deje también más ingresos, que ese esfuerzo le dé mejor calidad de vida, mejores perspectivas de vida y más esperanzas en el futuro”.
Innovación en Agricultura
El delegado presidencial Miguel Ángel Quezada destacó la validez de la innovación. “Los agricultores y las agricultoras de Pozo Almonte nos han mostrado lo que están haciendo, donde hemos comprobado la validez de la innovación, el incorporar este tipo de agricultura a las nuevas generaciones y también hablábamos de lo que nuestros pueblos ancestrales nos han entregado en lo que significa la agricultura y hoy se unen en términos de lo que es la innovación con lo que ellos han desarrollado ancestralmente, que tiene relación con la economía circular, de cómo conservaban el agua, cómo lograban la recirculación de otros productos que ellos siempre plantaban y desarrollaban”.
Finalmente, Quezada destacó el impacto que estos proyectos tendrán en la agricultura del desierto. “Nuestra tierra de Tarapacá, esta tierra hermosa tiene un futuro esperanzador en la agricultura y un especial llamado a los jóvenes que se incorporen, que acompañen a sus padres para ver como podemos desarrollar nuestra región al alero de la agricultura”.