Asignación de Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) a consorcio de universidades norteamericas y privadas chilenas levanta polémica

Una seguidilla de declaraciones en contra del proceso, generó la asignación del nuevo ITL a un consorcio de universidades norteamericanas, junto a tres universidades privadas chilenas. El proceso levantó duras respuestas de las universidades tradicionales chilenas, debido a que en la primera evaluación realizada por expertos internacionales, el consorcio de universidades chilenas que participó del proceso de adjudicación recibió mejor evaluación que el del grupo de universidades norteamericanas y privadas chilenas. La asignación incluye un presupuesto de más de 192 millones de dólares

El Instituto Chileno de Tecnologías Limpias (ITL) será el mayor centro de investigación y desarrollo de América Latina y una apuesta por el futuro de nuestro país. Estará instalado en la Región de Antofagasta y busca impulsar la energía solar, la minería sustentable y materiales avanzados de litio y otros minerales, además del hidrógeno verde. Se espera que al 2030 sea una referencia tecnológica a nivel mundial en sus temas de especialización, y un centro de innovación y emprendimiento de alcance global, capturando valor para la economía regional y nacional, y aprovechando las condiciones únicas del Desierto de Atacama.

Cronología de la Asignación

El pasado lunes 4 de enero, el Consejo Corfo seleccionó la propuesta presentada por el consorcio liderado por Associated Universities Inc. (AUI), la que contempla la constitución de una persona jurídica sin fines de lucro que será la receptora del Aporte I+D. La propuesta ganadora está también conformada por las universidades privadas chilenas San Sebastián, Autónoma, Universidad del Desarrollo y Universidad de Atacama, además de empresas como Colbún, Enel, AES Gener, Enaex, GM Holdings, Ecometales Limited, Cerro Dominador, Schwager Energy, Enor Chile, Clayton Ventures, Freitag and Company, entre otros.

Molestia generalizada entre universidades chilenas

La molestia de las universidades chilenas se debe a que en la primera evaluación realizada por expertos internacionales, el consorcio de universidades chilenas que participó del proceso de adjudicación, liderado por la Universidad de Chile, e integrado por otras diez universidades (Universidad Católica, Universidad de Concepción, Universidad Santa María, entre otras) fue superior a AUI. En las siguientes dos evaluaciones, realizadas por CORFO el grupo compuesto por chilenos y estadounidenses se impuso.

Tras esta decisión, Francisco Martínez Concha, Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile publicó una “Carta Abierta a Chile y sus Autoridades” en el sitio web de la facultad. En esta indica entre otros puntos que “Esta frustrante noticia se recibe como un mensaje claro del Gobierno a su país: que no confía en sus instituciones, ni en sus universidades, ni en sus empresas innovadoras, ni en las capacidades de sus profesionales. Que no cree en el manoseado discurso de transformar nuestra producción extractiva de recursos en una moderna basada en la innovación nacional. Nos dice que el litio y las energías limpias son recursos naturales explotables por potencias extranjeras, sin desarrollo tecnológico local alguno, como lo fueron el salitre y el cobre, como sabemos se hace en los países subdesarrollados. Que las y los jóvenes brillantes de nuestro país bien pueden estudiar en las mejores universidades nacionales, pero que mejor se doctoren en el extranjero con becas chilenas y se queden allá, porque así tendrán acceso a las mejores oportunidades que Chile ofrece a esos países para hacer innovación avanzada en nuestro suelo y financiada por nuestros recursos”.

Universidades Tradicionales de la Región de Antofagasta

A lo declarado por Martínez Concha, se suma una declaración conjunta entre las universidades tradicionales de la Región de Antofagasta, zona donde se emplazará el ITL, éstas calificaron como un golpe al desarrollo científico y tecnológico del país y la región esta asignación al consorcio AUI. “La Universidad de Antofagasta (UA) y la Universidad Católica del Norte (UCN), casas de estudios con una amplia trayectoria, calidad, identificación y conocimiento del territorio donde se circunscribe este proyecto, consideran que la decisión de la Corfo representa un golpe al desarrollo científico y tecnológico del país y de la región en particular”.

Ambas universidades agregaron que “Desplazar fuera de nuestras fronteras el protagonismo en estos temas es un error estratégico que tendría un grave costo para los planes de encaminar a nuestro país en la senda del desarrollo sostenible y en el mejoramiento de la calidad de vida de los chilenos”. La declaración incluye además que “no compartimos la decisión de la Corfo y tampoco comprendemos cómo argumentos tan importantes no fueron considerados en el proceso de adjudicación, independientemente de los indicadores, montos y otros antecedentes presentados por los consorcios participantes”.

Respuesta de Corfo

Tras las respuestas de las universidades chilenas ante el proceso de asignación, desde Corfo señalaron: “Dadas las acusaciones vertidas en medios de comunicación y redes sociales, Corfo reitera que no existen fundamentos para imputaciones de irregularidades en el proceso de adjudicación para el desarrollo del ITL, el que ha sido totalmente transparente y ajustado a las bases de licitación. Tal como indican las bases (disponibles en el sitio web de Corfo, sección ‘bases y descargables), el desarrollo del ITL creará valor para la región y el país, y cada año su plan de inversiones deberá ser aprobado por Corfo, que velará por el cumplimiento del objetivo de este centro. Por otra parte, el directorio del ITL estará conformado por dos representantes nombrados por el Presidente de la República, uno de las universidades de la macrozona norte del país, y tres representantes de la misma zona provenientes de cada una de las industrias que se espera desarrollar. Por último, y tal como lo establece la propuesta, este consorcio trabajará en coordinación con todas las instituciones que puedan aportar en estos temas, para que en conjunto hagan una mayor contribución al desarrollo de materias tan importantes para Chile”, indica la declaración oficial de Corfo.

Asimismo, en relación a las observaciones planteadas por las universidades chilenas, desde Corfo agregan en su declaración que “Corfo descarta haber recibido observaciones al proceso, salvo aquellas planteadas por la Comisión de Futuro del Senado el lunes 4 de enero recién pasado, las que fueron respondidas por el Vicepresidente Ejecutivo de Corfo. Dichas observaciones tenían relación con dos materias. Primero, respecto del rol de los asesores internacionales en el proceso, los cuales solo entregaron insumos sobre las fortalezas y debilidades de cada uno de los postulantes que no eran vinculantes a la decisión; y segundo, sobre la participación de los subrogantes de los Ministros en el Consejo Corfo, lo que se basa en las inhabilidades correspondientes para el transparente desarrollo del proceso. Corfo reitera que no existen fundamentos que den pie para acusaciones de falta de transparencia, tal como se ha pretendido instalar en la opinión pública”, señala la declaración.

Finalmente la declaración de Corfo explica que “Las razones de la decisión de selección de la propuesta presentada por el consorcio liderado por AUI, que será el encargado de gestionar e instalar el ITL, serán conocidas una vez firmada el acta de la sesión del Consejo de 4 de enero, en las que se adoptó el acuerdo por los miembros que asistieron”.

El ITL considera un presupuesto de 192 millones de dólares y representa la posibilidad de transformar una histórica industria contaminante como la minería, en una más “verde”, y así permitir que el país pueda cumplir sus compromisos del Acuerdo de París.

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