Alemania: ¿Por qué los conductores son reacios al auto eléctrico?

Dos de los principales obstáculos actualmente es la falta de más puntos de carga de las baterías y el costo mayor de cada unidad versus los abastecidos con combustible

Alemania, en su intento por cumplir sus objetivos climáticos, quiere llegar a 10 millones de automóviles eléctricos para finales de esta década. Pero no son pocas las objeciones que ponen los conductores a tan ambicioso plan.

La centenaria industria automovilística alemana está embarcada en una transformación histórica para tratar de reducir su huella de carbono. Como parte de su plan para alcanzar la neutralidad climática en 2045 (cinco años antes de lo previsto en Europa), el gobierno quiere eliminar gradualmente los vehículos a motor de combustión y reemplazarlos con alternativas más limpias, como los autos eléctricos. Su objetivo es tener de 7 a 10 millones de estos vehículos a batería circulando para el año 2030. Eso supone multiplicar por veinte la actual cantidad de autos eléctricos en el país, que representan solo el 1,2% de los 48,2 millones de autos con sus documentos vigentes en Alemania.

Para el centro de estudios medioambientales Agora Verkehrswende, con sede en Berlín, Alemania debería ser aún más ambiciosa y aspirar a 14 millones de coches eléctricos en las carreteras para 2030. “Este es un gran aumento que también requiere un gran aumento en las estaciones de carga”, explica a DW Kerstin Meyer, jefa del equipo de transporte de este grupo de expertos.

¿Cuáles son los principales obstáculos que aducen los conductores?

Precisamente la falta de puntos de carga es una de las razones por las que los alemanes se muestran reacios a cambiar su automóvil por uno eléctrico. Una encuesta de YouGov encontró que el 50% citaba la autonomía sin repostar como el principal factor de disuasión, seguido de estaciones de carga insuficientes (38%) y un beneficio ambiental cuestionable (35%).

Para disminuir esta brecha, el gobierno alemán también pretende la construcción de una red nacional de estaciones de carga rápida junto a las autopistas que permita a los conductores recargar sus baterías en 30 minutos. La autonomía de estos vehículos varía de un modelo a otro, pero la mayoría está entre los 200 y los 500 kilómetros, y puede verse reducida en condiciones de uso real, por ejemplo en invierno, cuando las bajas temperaturas pueden provocar una pérdida de rango de hasta un 30%.

¿Cuánto cuestan los autos eléctricos en Europa?

Más del 54% de los encuestados consideraban poco atractivo el alto precio de los vehículos eléctricos. Incluso si se solucionaran todos estos problemas de recarga de baterías, todavía un tercio de los encuestados no se compraría un auto eléctrico.

Los vehículos eléctricos suelen ser más caros (actualmente no bajan de 30.000 euros), en gran parte por el precio de la batería, que añade entre 5.000 y 10.000 euros al precio final. Pero cada vez son más baratas. Entre 2010 y 2016 el precio de las baterías ha bajado un 80%, según la consultora estadounidense McKinsey & Company. Y se espera que el auge de los autos eléctricos las haga cada vez más asequibles.

El gobierno alemán es consciente de la brecha de precios actual, por lo que ofrece 9.000 euros en primas de compra a los autos eléctricos y grava con entre siete y ocho céntimos de euro adicionales por litro de gasolina o diésel tras la introducción de un impuesto al CO₂ en enero de 2021.

Aunque estos incentivos ayudan, Meyer opina que el verdadero punto de inflexión podría llegar cuando más automóviles eléctricos de segunda mano, muchos de ellos comprados inicialmente como vehículos de empresa, salgan al mercado a precios más asequibles. “Eso, probablemente, cambiará las reglas del juego”, opina.

¿Los autos eléctricos realmente producen menos CO2?

Otra preocupación es que la producción de baterías para automóviles eléctricos es un proceso increíblemente intensivo en energía. Fabricar un coche eléctrico produce más emisiones de CO2 que producir uno convencional. Pero en Europa, estas mayores emisiones de fabricación se compensan, en promedio, tras dos años de uso de un automóvil eléctrico. Durante toda su vida útil, estos generan alrededor de tres veces menos emisiones que aquellos que usan diésel o gasolina.

¿Por qué es esto tan importante en Alemania?

La industria del automóvil alemana, con marcas como Volkswagen, Daimler, BMW o Mercedes, es mundialmente famosa. El sector supone 500.000 millones de euros al año y proporciona empleo a alrededor de 1,8 millones de personas. La transición a la movilidad eléctrica tendrá consecuencias para estas empresas, sus empleados y los proveedores con los que trabajan.

Aunque los autos eléctricos representen actualmente una pequeña proporción de los vehículos en la carretera, el mercado está creciendo rápidamente. Y probablemente se dispare a medida que bajen los costos de la batería y mejoren las infraestructuras de carga.

El sector puede enfrentar una presión adicional después de que el más alto tribunal de Alemania ordenara en mayo al gobierno mejorar su política climática. El cambio también podría acelerarse si Los Verdes, que quieren eliminar gradualmente los automóviles convencionales para 2030 y aumentar los precios de la gasolina, obtienen buenos resultados en las elecciones generales de Alemania en septiembre.

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