Por tercer año consecutivo Comité Científico declara como subexplotada la pesca de la anchoveta en la zona norte
El Comité Científico Técnico de Pequeños Pelágicos (CCTPP) organismo asesor y de consulta de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, para la administración y manejo de las pesquerías, determinó -en base a evidencias científicas- que el estado de conservación biológica de la anchoveta la ubica en la categoría de recurso Subexplotado y Sin Sobrepesca, estableciendo además la cuota anual de captura para el año 2022, en 746 mil toneladas.
El organismo asesor es el encargado anualmente de determinar los niveles de riesgo del principal recurso pesquero de la zona norte del país, confirmando en esta ocasión, por tercer año consecutivo esta categoría para la anchoveta y de paso reafirmando que la pesquería en la macrozona norte se desarrolla de forma sustentable
De esta forma, el Comité Científico Técnico de Pequeños Pelágicos (CCTPP), de acuerdo a los antecedentes entregados por el IFOP, determinó que, el estado de conservación biológica de anchoveta en la macrozona norte, se encuentra Subexplotado y Sin Sobrepesca. Esto significa que el principal recurso pesquero de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta goza de buena salud y presenta un proceso reproductivo que se está desarrollando normalmente.
El informe señala además que los cambios en la estructura de tamaño que está experimentando en los últimos años la anchoveta, serían acomodaciones para perpetuar su descendencia frente a múltiples factores relacionados con el ambiente que impactan los cardúmenes.
Cuota anual
Según explicó el director del Centro de Investigación Aplicada del Mar (CIAM) Jorge Oliva, el Comité determinó el rango de captura biológicamente aceptable para la pesquería de anchoveta, estableciéndose la cuota anual de captura para el 2022, en 746 mil toneladas, valor similar al estimado en años anteriores.
Asimismo, sostuvo que para establecer el en que condición está la biomasa de la anchoveta, lo que se conoce como el estatus de la pesquería de anchoveta, y determinar la cuota anual de captura para el presente año, el organismo contó con una serie de antecedentes científicos de la macrozona norte de Chile y del sur de Perú, derivados de monitoreos y seguimientos biológico-pesqueros del recurso anchoveta.
En este ámbito, la información entregada por el CIAM, es crucial, “como institución entregamos información complementaria de las buenas prácticas pesqueras y acciones operacionales, a lo que se suma, por parte del Comité de Científicos una serie de estimación de diversos parámetros biológicos”, explicó el directivo del organismo.
De esta forma, la calificación de subexplotada de la anchoveta fue definida por Oliva como “una muy buena noticia” para la pesquería regional.
Manejo adaptativo y detenciones voluntarias
El director del CIAM, recordó que la anchoveta es un recurso de vida corta, de alrededor de 2 a 3 años, con un crecimiento acelerado, un proceso reproductivo que ocurre durante todo el año, con máximos desoves en invierno-primavera, y que presenta una respuesta rápida a las variaciones ambientales, adaptándose a los cambios extremos, como lo son los eventos climático-oceanográficos de “El Niño (cálido) y La Niña (frío)”.
El experto destaca el hecho que esta dinámica obliga a la aplicación de una administración pesquera altamente flexible y adaptativa de la anchoveta, que incluye acciones propuestas por CIAM y aceptadas por el Comité de Manejo de Anchoveta Norte, que considera detenciones voluntarias de la flota pesquera, cierres de zonas de pesca para proteger procesos biológicos relevantes, abandono de áreas para evitar interacción con especies protegidas y capacitaciones a la flota pesquera, entre otras iniciativas, las que no requieren que la autoridad tenga que emitir una resolución con fuerza legal para su aplicación, sino que más bien son medidas de regulación pesquera que se aplican instantáneamente frente a fenómenos que se están viendo periódicamente al ver la pesca y las condiciones que presenta el océano, así se reacciona muy rápido para proteger el recurso, resultados que están hoy a la vista de todos.
Oliva recuerda que, también como una manera de resguardar el manejo sustentable de la pesquería, se aplican medidas como la fijación de vedas biológicas, tanto reproductivas como de reclutamiento, que establece la autoridad pesquera y que se aplican todos los años, “medidas que debieran avanzar hacia vedas dinámicas, de tal manera de adecuarse al comportamiento del recurso”, explica.
“Lo importante es continuar estudios interdisciplinarios para aumentar el conocimiento de la anchoveta respecto a su hábitat, comportamiento trófico, reproductivo, interacción predadores y presas, comportamiento de cardúmenes, comportamiento recurso-ambiente, crecimiento, aumentar la periodicidad y cobertura de cruceros de evaluación acústica, entre otros. Así lograremos avanzar en el conocimiento y mantener, como hasta ahora, una pesquería sustentable en el norte de Chile”, comenta Oliva.
De esta manera, las pesqueras con plantas en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, podrán continuar sus labores gracias al trabajo mancomunado entre la ciencia, la conservación y las buenas prácticas pesqueras, donde el IFOP, CIAM y la Institucionalidad Pesquera han sido actores relevantes, para emprender un manejo pesquero bajo un enfoque precautorio, dinámico, y de aplicación práctica, cumpliendo con la sustentabilidad de la pesquería y la sostenibilidad del recurso anchoveta.