ONU pide crear una “alianza de paz” para combatir el cambio climático y la desigualdad

El mundo sabe qué hacer para frenar la crisis climática y abordar la desigualdad en el mundo, el desafío es el cómo hacerlo, ha asegurado el titular de la ONU al comenzar el Foro Mundial de la Alianza de Civilizaciones.

El Secretario General pidió la creación de una “alianza de paz” que reconozca la diversidad como riqueza y garantice que todos puedan vivir en dignidad e igualdad de oportunidades.

António Guterres hizo esa petición en el IX Foro Mundial de la Alianza de Civilizaciones, que arrancó hoy en la ciudad marroquí de Fez.

En un mundo en el que “los viejos males, como el antisemitismo, la intolerancia contra el Islam, la persecución de los cristianos, la xenofobia y el racismo, están recibiendo nuevos impulsos”, la Alianza de Civilizaciones de la ONU está ayudando a mostrar el camino sobre cómo actuar de forma solidaria, declaró António Guterres.

“Las fuerzas de la división y el odio están encontrando un terreno fértil en un paisaje estropeado por la injusticia y los conflictos”, explicó, tras lo cual pidió la creación de una alianza de paz a través del reconocimiento de “la diversidad como riqueza” y “la inversión en la inclusión”. Para ello, es necesario asegurar que “todos nosotros, independientemente de la raza, la ascendencia, el origen, el fondo, el género, la religión, u otra condición, podemos llevar una vida en dignidad e igualdad de oportunidades.”

“El Sagrado Corán nos enseña que Dios creó las naciones y las tribus ‘para que nos conociéramos unos a otros’”, dijo el Secretario General instando, en este momento de peligro, a inspirarse en la esencia de estos significados y “permanecer juntos como una sola familia humana: rica en diversidad, igual en dignidad y derechos, unida en solidaridad”.

Moratinos: No hay choque de civilizaciones sino choque de intereses

Por su parte, Miguel Ángel Moratinos, alto representante de la Alianza de Civilizaciones desafió en su intervención al politólogo estadounidense Samuel Huntington en su famosa conferencia sobre el “choque de civilizaciones”.

Moratinos afirmó que “los conflictos internacionales no pueden ser la única consecuencia de la religión, la cultura o las civilizaciones. Hay que decirlo sin rodeos: no hay choque de civilizaciones. Hay un choque de intereses y un choque de ignorancias”.

Para Moratinos, el mundo no se enfrenta a un choque de civilizaciones, porque el mundo del siglo XXI es global y está interconectado. Por lo tanto, “somos una sola humanidad que se enfrenta a múltiples desafíos globales”.

“Las recientes crisis que afectan a la comunidad internacional nos han demostrado que no hay fronteras que puedan frenar los virus y las guerras, tanto si se producen en Europa como en cualquier otro rincón del mundo”, explicó, señalando que paradójicamente, “una guerra regional, la de Ucrania ha afectado a la paz y la estabilidad de todo el orden internacional.”

“De cara a la tolerancia, defendamos el respeto mutuo. De cara a la convivencia, defendamos el vivir juntos: la convivencia. De cara a las minorías, defendamos la igualdad de derechos de todos los ciudadanos. De cara a la exclusión y el separatismo, defendamos la inclusión y la fraternidad. De cara a  sólo un diálogo de civilizaciones, comprometámonos en una Alianza de Civilizaciones, en un compromiso colectivo”, concluyó.

El Secretario General de la ONU, António Guterres (centro), Miguel Ángel Moratinos, alto representante para la Alianza de Civilizaciones de la ONU, y Nasser Bourita, ,ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, durante el Foro Mundial de la Alianza de C…
El Secretario General de la ONU, António Guterres (centro), Miguel Ángel Moratinos, alto representante para la Alianza de Civilizaciones de la ONU y Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, durante el Foro Mundial de la Alianza de Civilizaciones.

La política habla a los ciudadanos, la religión les habla al alma

El Foro tiene lugar en un contexto mundial extremadamente difícil, marcado por una amplia gama de desafíos globales que van desde el aumento del extremismo violento, el terrorismo, la xenofobia, la incitación al odio hasta el racismo, la discriminación y el radicalismo, etc.

Más de 1000 representantes de un centenar de países participaron en el evento, en primer lugar el Consejero del Rey de Marruecos, André Azoulay, que pronunció un poderoso mensaje de solidaridad en nombre de su Majestad Mohamed VI, centrándose en la importancia de encontrar caminos hacia la paz, la unidad y la solidaridad. También habló de cómo Fez, y Marruecos, en general encarnan estos valores.

“Marruecos se construye en torno a un modelo de apertura, armonía y sinergia que ha visto converger los confluentes árabe-islámico, amazigh y saharaui-hassaní, y que, al mismo tiempo, se ha enriquecido con los afluentes africanos, andaluces, hebreos y mediterráneos”, dijo.

En su intervención en el Foro, explicó que Marruecos ha apostado desde el principio por esta vanguardia y se ha mantenido en ella con constancia: En primer lugar, promoviendo la apertura como pilar de la cultura de paz; en segundo lugar, viviendo la religión como vehículo de paz; en tercer lugar, trabajando por el desarrollo, en el sentido más amplio del término, como ingrediente de la paz.

“La política habla a los ciudadanos, la religión habla a sus almas, el diálogo habla a sus civilizaciones”, subrayó Azoulay, añadiendo que realmente no tiene sentido llevar a cabo grandes proyectos “si no conseguimos ir más allá de este primer eslabón de la cadena del ‘vivir juntos’, en nombre de una única humanidad, que vuelve a poner al ser humano en el centro de sus preocupaciones.”

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