Ministerio de Energía junto a empresas eléctricas determinan exclusión excepcional de medición de “hora punta” durante abril y mayo

En el ámbito corporativo, la medida beneficia a industrias que no pueden parar frente a la crisis, como la alimentaria y de agua potable rural, entre otras. En tanto, en los hogares, esta determinación permite sustituir calefacción de combustibles fósiles como leña, parafina o gas, por electricidad, lo que a su vez entregará potenciales beneficios ambientales.

El conocido “horario punta” que se aplica a los consumos eléctricos entre los meses de abril y septiembre, corresponde a un cobro adicional a la tarifa del resto del año, que se incluye en la facturación mensual, debido al mayor consumo de dichos meses y por consiguiente mayor infraestructura necesaria para cubrir la demanda puntual de ese periodo, cómo por ejemplo redes en ciudades, líneas de transmisión y centrales de generación.

En concreto, el  “horario punta”, es el que se aplica entre las 18 y 22 horas, desde abril a septiembre, a los clientes regulados no     residenciales, como industrias,  pymes, comercio e instituciones, a las que se les factura un cargo adicional que depende del consumo máximo realizado en este horario. Este cargo permite dar un control de demanda en dichas horas, para poder racionalizar el consumo eléctrico en los momentos más exigentes para el sistema.

En este escenario, los usuarios implementan diversas medidas para bajar su consumo eléctrico, a fin de disminuir el impacto económico que mes a mes les genera el cobro de esta tarifa adicional. Entre estas medidas las más usuales son detener su producción en horario punta, así como detenciones parciales o continuidad de producción, reemplazando electricidad por sistemas propios de generación en base a diesel.  

De acuerdo a información de consumo emanada desde el Ministerio de Energía, solo en las últimas dos semanadas de marzo, el consumo de energía eléctrica disminuyó un 10%, lo que implica misma disminución de requerimientos para el sistema.

De esta forma y como medida excepcional por el Estado de Catástrofe y contingencia sanitaria, en los meses de abril y mayo de este año se excluirá la medición de horario punta de la tarifa para los clientes del Sistema Eléctrico Nacional. Dicha modificación quedará expresada en el decreto nudo de corto plazo de la CNE.

Si bien esta medida por ahora aplica desde Arica a Chiloé, no así con los clientes de las regiones de Aysen y Magallanes, por lo que desde el Ministerio de Energía, la seremi de la cartera en la Región de Tarapacá, Ximena Cancino expresó que “efectivamente está en trámite la homologación de estas disposiciones” en dicha zona austral del país.     

Clientes Residenciales y No Residenciales

En particular, para los clientes residenciales, como hogares y más pequeños, que corresponde aproximadamente el 97% del total en distribución, no se mide la hora de punta, sino que ésta se considera a través del cargo por energía adicional de invierno. Por tanto, de acuerdo a esta medida excepcional, las cuentas de los hogares no subirán los meses de abril y mayo en caso de que consuman por sobre el límite.     

Para el caso de los usuarios no residenciales conectados en distribución, como son industrias, pymes, comercio e instituciones la modificación actuará de dos formas, siempre en su beneficio.

La primera se refiere a si su consumo es superior al promedio del año anterior, se eliminan los meses de abril y mayo del control de horas punta, por lo tanto, pagan la demanda registrada el año anterior.

La segunda fórmula aplica si el consumo es inferior. En ese caso se considerará como el mes de hora punta, y así disminuye el monto total que debe pagar respecto a lo que debiese haber pagado en condiciones normales.

Beneficios de la medida             

Esta medida es evaluada desde el gobierno como un impulso a la economía, porque beneficia a industrias que no pueden parar frente a la crisis, como por ejemplo las industrias alimentaria y de agua potable rural, dado que son esenciales para el abastecimiento y la tranquilidad de todo el    país, permitiéndoles reacomodar de mejor manera sus turnos de operación a las restricciones generadas por la contingencia. Adicionalmente, durante la emergencia las personas pasarán más tiempo en sus hogares, por lo que su consumo podría ser mayor. Esto implica un alivio en ese costo adicional que se elimina. Además permite sustituir calefacción de combustibles fósiles como leña, parafina o gas, por electricidad.

La aplicación de esta medida entregará potenciales beneficios ambientales por menor operación de motores diésel, más contaminantes.

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