La emergencia climática ya fue declarada oficial por más de 11 mil científicos

Más de 11,000 científicos en una alianza sin precedentes, han firmado, sellado y entregado un mensaje de alerta al mundo: estamos en una situación de emergencia climática, si no hacemos cambios rápidos, profundos y duraderos en nuestras vidas, dijeron, pronto vendrá “un increíble sufrimiento humano”.

Autor: ECOPORTAL
Desde hace ya cuatro décadas que la comunidad científica viene advirtiendo sobre una inminente crisis climática pero ningún gobierno ni la población han tomado demasiado en serio la problemática ambiental.

Ahora, nos encontramos inmersos en una emergencia climática mundial, y los expertos no tienen más remedio que seguir insistiendo sobre la necesidad de generar un cambio.

«Los científicos tienen la obligación moral de advertir a la humanidad de cualquier gran amenaza», dice el científico ambiental Thomas Newsome de la Universidad de Sydney.

“De los datos que tenemos, está claro que estamos ante una emergencia climática”, precisó el científico.

Ante el reciente aumento global en la preocupación ambiental, el documento «World Scientists’ Warning of a Climate Emergency» explora cuatro décadas de datos disponibles al público, que abarcan el uso de energía, temperatura de la superficie, población, deforestación, hielo polar, tasas de fertilidad y, por supuesto, emisiones de carbono.

Publicado por primera vez en abril de 1997, ya reunió a un signatario impresionante incluidos científicos de más de 150 países diferentes.

“Es más severo de lo previsto, amenaza los ecosistemas naturales y el destino de la humanidad“.

“La crisis climática ha llegado y se está acelerando más rápido de lo que la mayoría de los científicos esperaban“, escriben los autores.

Las conclusiones del documento ya son conocidas, pero exploran ciertas soluciones y signos preocupantes, como nuestra creciente producción de carne, pérdida de árboles, tasas de natalidad y emisiones de carbono.

Hoy en día, la población humana del mundo sigue aumentando en aproximadamente 80 millones de personas por año y la deforestación en la Amazonía también crece.

“A pesar de 40 años de negociaciones globales importantes, generalmente hemos llevado a cabo los negocios como de costumbre y esencialmente no estamos abordando esta crisis“, dice el ecologista William Ripple de la Universidad Estatal de Oregón.

Los combustibles fósiles, en su lugar
Para detener las peores consecuencias de la crisis climática, los autores dicen que tendremos que revertir estas tendencias y dejar todos los combustibles fósiles restantes, en el suelo.

Como alternativa es necesario buscar tecnología renovable y de captura de carbono, cambiar a más alimentos de origen vegetal y proporcionar servicios de planificación familiar a todas las personas, especialmente a las niñas y mujeres jóvenes.

Sabemos que los países más desarrollados liderarán éstos cambios, pero si el mundo entero toma conciencia de la necesidad de un futuro sin carbono, es imperativo que también apoyemos a las naciones menos desarrolladas.

Debemos actuar rápidamente para detener y revertir la pérdida de hábitat y biodiversidad, permitiendo que los bosques y otros hábitats naturales prosperen y almacenen carbono.

Solo con estas «soluciones naturales», los científicos calculan que podemos cumplir con un tercio de nuestras ambiciones de emisión de París.

“Nuestros objetivos deben pasar del crecimiento del PIB y la búsqueda de la riqueza, a mantener los ecosistemas y mejorar el bienestar humano al priorizar las necesidades básicas y reducir la desigualdad“, argumentan los científicos.

Obviamente, ese es un cambio masivo respecto de donde están la mayoría de los líderes en este momento, pero la buena noticia es que, si el mundo tiene éxito, el bienestar de la humanidad será mucho mejor, al igual que nuestro único hogar aquí en el Universo.

Últimamente, las cosas se han estado moviendo en una dirección alentadora. La energía solar y eólica han aumentado más del 300% en la última década. Sin mencionar la reciente acción generalizada sobre el clima de algunos individuos, corporaciones y naciones.

Sin embargo, los autores admiten que aún queda mucho por hacer, especialmente si se quiere evitar un punto de inflexión irreversible o la catastrófica “Tierra de invernadero“, que podría ir más allá de nuestro control.

“Si bien las cosas están mal, no todo está perdido“, nos asegura Newsome. Solo necesitamos que los que están en el poder escuchen.

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