Octubre 24, 2024

Gobierno brasileño desvinculó a coordinadora de observatorio en la Amazonía, tras difundir informe de aumentos en incendios y deforestación

El Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro destituyó este lunes a la coordinadora de un observatorio oficial que vigila la Amazonía, en momentos en que crecen los focos de incendio en la región y las alertas de deforestación en ese territorio brasileño crecieron un 25% en el primer semestre, respecto al mismo periodo de 2019.

El cese de Lubia Vinhas como coordinadora del Observatorio de la Tierra del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) fue anunciado mediante una nota publicada en el Diario Oficial por el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Las razones del despido no fueron aclaradas, pero la decisión de prescindir de los servicios de Vinhas, vinculada a ese observatorio desde 1998, fue tomada días después de que el INPE publicó datos en los que se refleja un preocupante aumento de los focos de incendio en la Amazonía, que está entrando en una delicada época de sequía.

Según ese organismo oficial, en la Amazonía brasileña fueron detectados el pasado junio 2.248 focos de incendio, el mayor número registrado para ese mes desde 2007, lo cual amenaza con repetir el drama de mediados de 2019, cuando las llamas se descontrolaron en la región y alarmaron al mundo.

Deforestación va en aumento

Asimismo, según el INPE, las alertas de deforestación en toda la Amazonía brasileña han crecido entre enero y junio de este año un 25 % con respecto al mismo periodo de 2019.

Esa situación, que organismos de defensa del medio ambiente han atribuido a las políticas “agresivas” de Bolsonaro, quien promueve un aumento de las actividades económicas en el pulmón vegetal, ha alertado a fondos de inversión globales y a influyentes empresarios brasileños, que han demandado medidas “enérgicas” al Gobierno.

La semana pasada, el vicepresidente Hamilton Mourao, coordinador de un consejo gubernamental volcado a la protección de la Amazonía, mantuvo videoconferencias con miembros de esos fondos y empresas, a los que garantizó que las autoridades no permitirán que se repita lo ocurrido el año pasado.

Mourao explicó que el Gobierno ha desplegado a 4.000 soldados de las Fuerzas Armadas en la Amazonía a fin de combatir a las mafias de piedras preciosas y madereros ilegales, y que prohibirá durante 120 días el uso de fuego como método de preparar campos para la siembra, una “práctica cultural” que será vigilada con mucho más rigor.

Sin embargo, admitió que los empresarios exigieron “resultados” en el combate a la deforestación y los incendios, algo que el propio vicepresidente reconoció que sólo podrán ser presentados una vez que concluya la época de sequía, entre septiembre y octubre.

Algunos organismos de defensa del medio ambiente, que tampoco se han mostrado convencidos del efecto que puedan tener las medidas que ha anunciado el Gobierno, consideraron “preocupante” la destitución de la coordinadora del observatorio amazónico del INPE.

“Todo indica que el Gobierno ha decidido culpar al mensajero”, dijo la portavoz de Políticas Públicas del grupo Greenpeace, Luiza Lima, quien recordó que desde enero de 2019, cuando Bolsonaro llegó al poder, “decenas” de funcionarios de institutos medioambientales oficiales han sido sustituidos o despedidos.

“Parece que este Gobierno es enemigo de la verdad, pero no será escondiendo o maquillando los datos que cambiará la realidad”, dijo Lima a través de un comunicado difundido por Greenpeace.                  

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