ProChile evalúa el estado de avance de la gestión sostenible en el ciclo de vida de las empresas chilenas

Crear estrategias que aporten a la gestión sostenible con foco en fortalecer las exportaciones de las empresas chilenas, haciéndolas más competitivas en los mercados internacionales, diversificando la matriz exportadora nacional y fortaleciendo el posicionamiento de las exportaciones con valor agregado, fue el objetivo que motivó por primera vez a ProChile a desarrollar un test de gestión sostenible a las empresas clientes de esta institución de promoción internacional

El test se realizó a un total de 713 empresas, durante el mes de agosto de este año  y contempló la revisión del estado actual de la sostenibilidad en las empresas chilenas que participan de los programas de ProChile, las brechas en gestión sostenible y los pasos más eficientes para avanzar en la gestión sostenible.

Metodología

El Test es una herramienta de evaluación de la gestión sostenible en el ciclo de vida que considera cuatro dimensiones: política de gestión, gestión por indicadores, gestión de proveedores y gestión de uso y fin de vida. Al finalizar el Test, las empresas consultadas recibieron recomendaciones personalizadas para mejorar su gestión de la sostenibilidad de acuerdo con su grado de avance en cada dimensión.

“Lo que antes fue una moda de consumidores se ha transformado en menos de una década en políticas públicas, acuerdos internacionales y un decidido cambio de paradigma sobre cómo deben funcionar los negocios, además de ser un importante criterio de compras. En este mundo de cadenas de valor globalizadas y segmentadas, la gestión del ciclo de vida se alza como una forma de implementar la sostenibilidad de forma comprobable en la vida completa de los productos y servicios”, señala el informe de resultados del Test de Sostenibilidad.

Qué evalúa el Test de Sostenibilidad

La evaluación consideró cuatro dimensiones: política de gestión, gestión por indicadores, gestión de proveedores y gestión de uso y fin de vida. Adicionalmente, se sumó el cumplimiento legal y las prácticas de responsabilidad empresarial. Al finalizar el Test, los usuarios recibieron recomendaciones personalizadas para mejorar su gestión de la sostenibilidad de acuerdo con su grado de avance en cada dimensión.

Sin importar su tamaño, las empresas están gestionando la sostenibilidad desde el fin de vida: el conjunto de actividades que ocurren después que los productos o servicios han salido de las manos de la empresa.

Residuos y Reciclaje

La prioridad en general está puesta en los residuos y el reciclaje, lo que se antepone incluso a actividades internas de la organización, como eficiencia energética.

El segundo grupo de acciones más frecuente son los criterios para compras sostenibles: ya sea para la selección de productos o distinción entre proveedores. El 50% de los clientes que finalizaron el Test está ocupando algún criterio de compra. Dentro de estos criterios se encuentran las certificaciones. A pesar de su importante rol, se observa que la obtención de certificaciones por parte de las empresas no necesariamente sirve para su actividad exportadora.

A medida que las empresas avanzan hacia la gestión sostenible en el ciclo de vida se van incorporando indicadores que complementan incipientes políticas de sostenibilidad.

De acuerdo a las conclusiones del estudio, publicadas en el informe, “este orden de las actividades, actuar e implementar antes de tener una política e indicadores, puede ser perjudicial para el avance de las empresas. Sin una política clara, las acciones pueden ser diversas y no alineadas, haciendo perder eficiencia a los avances de la organización. Sin un marco ordenador, inversiones tan importantes como una certificación pueden no ser estratégicas ni ofrecer a la empresa un diferenciador en el mercado”.

Oportunidades de acción en Sostenibilidad

Según este análisis en el proceso exportador surgen diversas actividades, tales como:

1. Asociarse con otras agencias del gobierno y los gremios para facilitar financiamiento (especialmente para PyMEs) que les permitan aumentar su nivel de gestión en las cuatro dimensiones consideradas en el Test;

2. Asociarse con las empresas que ya invierten en el desarrollo de proveedores para diseminar prácticas sostenibles relevantes;

3. Compartir la experiencia de las empresas más avanzadas de cada subsector por tamaño de empresa para proveer modelos de rol para las demás;

4. Evaluar cuáles subsectores tienen más impactos ambientales y sociales y mayores oportunidades en el comercio sostenible para comenzar el trabajo de desarrollo junto a ellos;

5. Impulsar la colaboración entre subsectores relacionados para generar soluciones basadas en la economía circular o la ecología industrial;

6. Colaborar con los gremios para la elaboración de “plantillas de política de sostenibilidad” que contengan información clave para la toma de decisiones estratégicas en las empresas.

7. Ampliar la paleta de servicios de ProChile, en particular en lo referido a inteligencia de mercados sobre necesidades y preferencias en sostenibilidad;

8. Difundir información y proveer webinars informativos sobre temas de sostenibilidad que afecten las importaciones en los mercados de destino;

9. Continuar trabajando para lograr que las certificaciones y ecoetiquetas nacionales sean reconocidas internacionalmente;

10. Promover un enfoque específico para los subsectores que les permita diferenciarse en el extranjero, por ejemplo: “Chile, país de las frutas carbono neutral”.

Finalmente, según sostiene el informe, “La sostenibilidad es un camino, no un destino; cada empresa tiene características únicas e incomparables. Por eso este informe incluye una última recomendación sobre el uso de estos resultados para instrumentos de fomento que se espera sirvan para impulsar la mejora continua en las empresas clientes de ProChile y potenciar un comercio internacional sostenible”.

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