La cara de la crisis climática: Turquía y Grecia azotados por la mayor ola de incendios de las últimas cuatro décadas

Avión combate las llamas en uno de los cientos focos de incendio cerca de Atenas

Mientras los incendios se extienden por más de 10 días, con cerca de 200 focos declarados a lo largo de la costa mediterránea de Turquía, en Grecia la situación ya suma cinco días con más de 100 focos que azotan la costa del mar Egeo, la zona del Mediterráneo oriental, que comparten Turquía y Grecia. Ambos países suman a la fecha 9 muertes provocadas por los incendios.

Al menos las condiciones meteorológicas deberían dar una tregua este sábado, dado que se espera que la ola de calor termine en la zona, e incluso se esperan algunas lluvias en la costa turca. Después, las temperaturas volverán a la normalidad.

El combate a las llamas en estos dos países incluye ayuda internacional, dada la extensión en tiempo y territorio que implican estos más de 300 incendios forestales que azotan la zona del Mediterraneo oriental, que se ha visto afectada por intensas olas de calor, acompañadas de vientos que expanden y dificultan el trabajo de los bomberos.  

Turquía

En Turquía los extensos incendios ya cobraron ocho vidas y la evacuación de decenas de miles de personas, lo que incluyó escenas de pánico, como lo ocurrido la noche del pasado miércoles, cuando el fuego se acercó a la central térmica de Milas, en el sureste turco, que usa carbón para generar electricidad. La central, ante el avance de las llamas, fue evacuada, y de ella fueron retirados los materiales explosivos. Pero no el carbón: toneladas quedaron dentro. Afortunadamente, a pesar que las llamas penetraron en el perímetro del lugar, el fuego fue aplacado evitando una desgracia mayor.

En fuego en la central térmica de Milas en la ciudad de Mugla, Turquía pudo ser controlado para evitar una desgracia mayor. /Imagen de Ali Balli, Agencia EFE

Un fallecido en Grecia

Grecia continúa luchando este viernes en múltiples frentes contra incendios que se resisten a ser controlados, aunque ya se registra la primera muerte. Se trata de un hombre de 38 años, habitante de Ippokrateio, una ciudad del norte de Atenas quien murió este viernes en el hospital tras haber sido impactado por un poste eléctrico que cayó, informaron desde el ministerio de Salud griego.

En tanto las evacuaciones continúan para evitar daños humanos y éstas se realizan con el agravante de la llegada de fuertes vientos a las zonas afectadas.

Durante toda la noche centenares de bomberos y soldados, con la ayuda de medios terrestres y aéreos, han estado luchando contra las llamas en la zona norte de Atenas, donde ayer se reavivaron incendios que ya se creían controlados, llevándose por delante los árboles que se habían salvado del primer fuego hace tres días.

La batalla contra las llamas ha sido similar en la isla de Eubea, donde no ha habido tregua desde que estallaron los primeros incendios y centenares de personas tuvieron que ser rescatadas en la madrugada desde las playas.

La Antigua Olimpia salvada de las llamas

También en la península del Peloponeso los incendios siguen sin dar tregua, con especial énfasis en la zona de Ilia y una mejor evolución en la de la Antigua Olimpia, cuna de los juegos de la antigüedad, que afortunadamente se salvó de las llamas.

Tan solo ayer hubo 99 nuevos incendios que se sumaron a los 145 que los bomberos intentaban sofocar, informó el viceministro de Protección Ciudadana, Nikos Jardaliás. Al final del día de ayer seguían activos 57.

En vista de la magnitud del desastre, ocurrido en medio de la peor ola de calor en las últimas cuatro décadas, Grecia ha solicitado ayuda exterior. Según Jardaliás, a los 40 efectivos chipriotas que ya trabajan desde hace dos días en los incendios de la periferia norte de Atenas, se sumarán 83 bomberos y 2 aviones de Francia, 2 de Suecia, 3 helicópteros de Suiza y 112 bomberos de Rumanía con sus correspondientes vehículos.

En un mensaje televisado anoche, el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, habló de una situación “sin precedentes” en las últimas décadas que, debido a la intensidad del calor durante muchos días, han convertido el país en “un polvorín”.

Por ahora no hay daños personales

Mitsotakis recalcó que la máxima prioridad es salvar vidas -hasta ahora no ha habido muertos– y luego la protección de la propiedad, el medio ambiente y la infraestructura crítica. “Desafortunadamente, en estas circunstancias, lograr todos estos objetivos al mismo tiempo es simplemente imposible”, recalcó y advirtió que hoy será un día especialmente crítico ante la llegada de vientos del oeste.

Para concientizar al máximo a la población, Protección Civil envió una alerta a todos los teléfonos móviles del país pidiendo máxima precaución y evitar toda acción que pueda desencadenar chispas, bajo multa de entre 1.000 y 10.000 euros.

Las alertas telefónicas han sido hasta ahora la herramienta más eficaz en las evacuaciones de decenas de poblaciones en todas las áreas afectadas.

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