Cómo convertir los residuos orgánicos en energía renovable contribuyendo a la descarbonización de las economías locales

El gas que se obtiene a partir de residuos orgánicos agrícolas, ganaderos o industriales se transforman en un recurso

Se entiende por economía circular aquella en la que se evita la extracción de nuevos recursos de la naturaleza porque en su lugar se da una segunda vida a los desechos. El gas generado a partir de residuos orgánicos ganaderos, agrícolas o industriales, o procedentes de vertederos y plantas de aguas residuales, es un buen ejemplo de esta economía en la que los residuos pasan a ser un recurso. En el mismo caso está el hidrógeno verde o el gas sintético, obtenidos a partir de excedentes de energía renovable.

Además de ser considerados un vector energético y de almacenamiento que facilitan la transición a un modelo de economía circular, estos gases renovables (biometano, hidrógeno verde y gas sintético) contribuyen a la descarbonización de la economía al ser considerados neutros en emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas causante del calentamiento global.

También reducen la dependencia energética exterior, puesto que son una energía generada localmente, en muchos casos en zonas rurales, por lo que contribuye al desarrollo rural y a la fijación de empleo en entornos agrícolas y ganaderos. Y no menos importante es el hecho que sean considerados renovables, es decir, que no son un recurso con fecha de caducidad, a diferencia de los combustibles fósiles.

A todas estas ventajas hay que sumar el hecho de que los gases renovables son “totalmente intercambiables por el gas natural convencional”, señala Eugenia Sillero, secretaria general de Gasnam, asociación española que fomenta el uso del gas natural y renovable en la movilidad. El gas renovable tiene en el transporte pesado uno de sus principales campos de aplicación, pero no el único. También puede usarse para la producción de energía eléctrica y térmica o inyectarse directamente a la red de gas natural.

El gas renovable, desde el punto de vista socioeconómico, contribuye a la economía verde, a la economía circular, a la reactivación económica de zonas rurales y a la reducción de la dependencia energética del exterior al ser un recurso local”, Núria Rodríguez, Directora de Medioambiente y RSC del Grupo Naturgy

Por todos estos motivos, la Asociación Española del Gas (Sedigas) presenta al gas renovable como “un claro aliado para la consecución de los objetivos de emisiones, calidad del aire, penetración de renovables y economía circular” e indica que “la introducción de los gases renovables en el tejido productivo contribuye a la autosuficiencia de los sectores industriales que aprovechan sus desechos para generar energía para su autoconsumo”.

Naturgy comparte esta visión y trabaja para impulsar el gas renovable como vector energético y de almacenamiento. “Desde el punto de vista socioeconómico, contribuye a la economía verde, a la economía circular, a la reactivación económica de zonas rurales y a la reducción de la dependencia energética del exterior al ser un recurso local”, señala Núria Rodríguez.

“Uno de los proyectos más recientes de la compañía es el del vertedero Elena, situado en el municipio español de Cerdanyola del Vallès, donde a partir de los residuos orgánicos almacenados se produce biometano neutro en emisiones de CO2 para inyectar en la red”, explica Rodríguez.

El biometano es obtenido a partir de la digestión anaerobia de desechos orgánicos (procedentes de basuras, aguas residuales domésticas, granjas…), que se convierten en un biogás que es sometido a un proceso de concentración posterior, denominado upgrading, hasta conseguir biometano con la calidad necesaria para ser inyectado en las redes. La principal innovación del proceso es la segunda etapa de upgrading, que eleva la concentración de metano hasta la calidad requerida en las redes de gas, lo que permite su inyección, transporte y uso en puntos alejados de los de producción, masificando su utilización en diferentes usos, como la generación de electricidad, el transporte, la industria o en los sectores residencial y comercial.

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