Proyecto de cultivo de dorado en Arica avanza a su etapa final con proyecciones de iniciar comercialización

El cultivo de Dorado, que se desarrolla desde 2014 en la planta de Corpesca Arica, avanza junto a CIAM, Corfo y la Universidad de Tarapacá en la producción de peces juveniles, a fin de cerrar el ciclo productivo en 2024. A esa fecha existirán resultados definitivos para determinar si este proceso es exitoso y apto para ser comercializado en el norte de Chile e incluso en el sur de Perú.

 

 La Seriola lalandi, conocida comúnmente en Chile como dorado o palometa, es un pez de cola amarilla, sin línea negra en los ojos, que se ubica entre los pescados más consumidos en Occidente y cuyo precio para los exportadores puede incluso superar al del salmón, de ahí la proyección que este cultivo puede tener para ampliar la oferta exportadora de productos del mar desde el norte del país.

Esta auspiciosa perspectiva pone al desarrollo del proyecto “Producción de juveniles de Dorado (Seriola lalandi) de bajo costo y alta calidad en Arica” el desafío de lograr en los próximos dos años cerrar la investigación con la producción de peces a nivel adulto que puedan ser comercializados, debido a su rápido crecimiento, adaptación a condiciones de cultivo, su sabor y -por sobre todo- por su potencial económico.

Rector UTA

Para conocer el avance de esta iniciativa, llegó hasta el Centro Experimental de Cultivo Acuícola del Dorado Arica -al interior de las instalaciones de Corpesca- el rector de la Universidad de Tarapacá, Emilio Rodríguez, acompañado del director general de Gabinete, Sergio Medina, el director de Extensión y Vinculación con el Medio, Rodrigo Ruz y el Decano de la Facultad de Ciencias, Álvaro Cortinez, quienes fueron recibidos por el gerente de Corpesca Base Iquique, Carlos Merino.

La máxima autoridad universitaria expresó su interés y satisfacción por este programa, conformado por un conjunto de proyectos desarrollados durante varios años: “Este programa tiene avances significativos y muy novedosos, porque tienen que ver con investigación aplicada -en este caso- al desarrollo, mejoramiento de una especie, a su supervivencia, alimentación y al bajo costo de producción, aspecto importante para poder venderlo comercialmente”, expresó Rodríguez.

En tanto, Carlos Merino, en representación de la empresa pesquera resaltó el desarrollo tecnológico que aportó la compañía para la implementación del programa. “Se trata de una nueva alternativa productiva en la que se ha invertido bastante tiempo y dinero con un socio estratégico muy importante como es la UTA, con el objetivo de potenciar la acuicultura en el norte grande de Chile”, comentó el ejecutivo.

Resultados preliminares

La iniciativa desarrollada desde el 2014 en la Región de Arica y Parinacota por el Centro de Investigación Aplicada del Mar (CIAM), en conjunto con la Universidad de Tarapacá, el apoyo de Innova Corfo y Corpesca, ya da cuenta de resultados positivos en las diferentes fases de investigación. Primero comprobando que efectivamente las condiciones ambientales y climáticas de Arica permitían su cultivo y en etapas más recientes, logrando peces de hasta 3,5 kilos, a partir de juveniles de 0,01 kilos.

En efecto, luego de 13 meses de cultivo en condiciones óptimas, tales como 23°C de temperatura y alimento tendiente a la especificidad de especie, es posible obtener peces de calidad con potencial de crecimiento máximo y de baja mortalidad.

70% menos uso de agua

Entre los hitos más relevantes del proyecto destacan el uso de tecnología optimizada de recirculación de agua, que permite disminuir un 70% su uso respecto al mercado, con un proceso de fácil operatividad y a bajo costo.

Una de las características particulares de esta iniciativa es que se trata de tecnología e innovación local, lograda con materiales y equipos profesionales de la región.

En general la tecnología disponible para mantener estanques de agua y generar las condiciones para la vida acuática, están entre los US$ 900 y US$ 1200 por metro cúbico.

En tanto la tecnología utilizada en Arica solo cuesta US$ 185 por metro cúbico.

Sumando la disminución en el uso del agua, el menor costo en alimentación y engorda de alevines a juveniles y  el ahorro de fletes, se genera en conjunto un 72% menos en los costos productivos, dejando este cultivo en una ventajosa posición para su futura comercialización.

Arnaldo Vilaxa académico e investigador de la Universidad de Tarapacá a cargo del programa, sostuvo que “en la evaluación de los costos productivos de los proyectos de piscicultura el ítem alimento corresponde a más de un 50% del costo, a lo cual hay que sumar los costos de flete. Por lo tanto, una producción local facilitaría la instalación de nuevos proyectos en el área”, aseguró el investigador.

Así se vislumbraría un promisorio potencial acuícola para la zona norte del país, dando respuesta además a la demanda que puede generarse, incluso, en el sur del Perú.

 

 

 

 

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