La Hora del Planeta: a problemas difíciles, soluciones fáciles

Gustavo Cruz de Moraes, Gerente general de Natura.

Desde hace algunos años, vemos cómo el movimiento ecologista ha ganado terreno y nos ha hecho más conscientes de los alcances de los malos hábitos del ser humano para el planeta, lo que ha impulsado a que adoptemos nuevas formas de implementar un diario vivir más sustentable. Frente a la ola de noticias abrumadoras de cómo nuestro estilo de vida sigue causando estragos, debemos entender que, para frenar la destrucción de la naturaleza, urge encontrar soluciones simples de aplicar para que podamos aumentar los efectos positivos en los diferentes ecosistemas.

Sabemos que el cambio climático exacerbará la vulnerabilidad, la pérdida de biodiversidad y el desplazamiento de personas, profundizando las desigualdades que mayormente afectan a mujeres y niños. Sin embargo, el dilema entre el progreso y el cuidado del planeta se puede ir solucionando con un enfoque distinto al actual. Es aquí donde necesitamos darle protagonismo a la economía circular, pues para una recuperación resiliente a la era post Covid-19 y la creación de un mundo más equitativo, también debemos disminuir nuestra huella de carbono, buscando entregar siempre más de lo que extraemos. Nuestro futuro depende de un ecosistema fuerte y sano, pero para realmente avanzar en materia de circularidad, aún falta que sumemos más soluciones inspiradas en la naturaleza, impulsando modelos de negocio cuyo compromiso esté en cuidar el bienestar de los productores y poner a sus familias al centro, prefiriendo opciones veganas o libres de crueldad animal, por ejemplo.

Durante La Hora del Planeta, millones de personas alrededor del mundo apagarán las luces al menos una hora y reflexionarán en torno al cambio que debemos liderar como sociedad en busca de crear un mañana más sostenible y bonito para todos. A unos días de habernos sumado como país al Acuerdo de Escazú, el mundo privado y todos quienes conformamos las empresas debemos no solo ser facilitadores para que los cambios sucedan, sino comprometernos con acelerarlos y ayudar a multiplicar su impacto positivo. Porque más que una crisis climática, estamos frente a una crisis de la humanidad y para aprovechar esta instancia de crear un futuro más auspicioso para las próximas generaciones, es hora de implementar soluciones fáciles y efectivas.

 

 

 

 

 

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