Hasta 6,5 millones de muertes al año en el mundo se pueden atribuir a la contaminación atmosférica y 9 de cada 10 personas respiran aire que no cumple estándares de salud
La contaminación atmosférica, el “mayor riesgo ambiental para la salud humana” y “una de las principales causas evitables de enfermedades”, causa hasta 6,5 millones de muertes anuales en el mundo, según recordó ayer la ONU con motivo del día internacional del aire limpio por un cielo azul.
La efeméride ambiental, que se celebró ayer martes por segunda vez desde que la Organización de las Naciones Unidas la instituyera como tal el año pasado, hace hincapié en la actual edición en los aspectos relacionados con la salud de la contaminación atmosférica sobre todo en lo que se refiere a la crisis sanitaria generada por el COVID-19.
Esta jornada sirve para “hacer un llamado a la acción para aunar esfuerzos y reclamar aire limpio para todas las personas“, una necesidad relacionada según la ONU con “otros grandes problemas como el cambio climático, la salud humana y del planeta y los Objetivos de Desarrollo Sostenible“.
El futuro dependerá de si la recuperación económica “vuelve a basarse en las energías fósiles o, en cambio, somos capaces de alumbrar un nuevo período en el cual ahorro, eficiencia energética y energías renovables sean los tres polos fundamentales que permitan sostener la civilización que conocemos”, explicó el portavoz y experto en calidad del aire de la organización española Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Ceballos.
En su comunicado de este martes, la ONU anima a no subestimar los beneficios de invertir en el control de la contaminación atmosférica ya que “existe una justificación económica para actuar y disponemos de soluciones eficaces” para hacerle frente.
Desarrollo sostenible
La mala calidad del aire es también un problema para el desarrollo sostenible, sobre todo de los países menos favorecidos donde los niveles de contaminación atmosférica son superiores a los límites establecidos en las directrices sobre calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud.
Este último organismo estima que 9 de cada 10 personas en el mundo respiran un aire que no cumple los estándares de salud.