El núcleo de la Tierra se detuvo y girará en sentido contrario: ¿qué efectos produce?

Los datos de terremotos sugieren que el núcleo interno de la Tierra ralentizó su rotación del resto del planeta desde 2009.

MDZ. A más de 5.000 kilómetros debajo nuestro se encuentra el núcleo de la Tierra. Fue descubierto en 1936 luego de estudiar cómo las ondas sísmicas de los terremotos viajan a través del planeta.

El núcleo de la Tierra tiene unos 7.000 kilómetros de ancho y es una esfera sólida compuesta principalmente de hierro y envuelta por una capa de hierro líquido y otros elementos, conocida como núcleo externo. A medida que el hierro del núcleo externo cristaliza en la superficie del núcleo interno, cambia la densidad del líquido externo, generando movimientos de agitación que mantienen el campo magnético de la Tierra.

Los estudios geológicos realizados desde 1960 sobre el núcleo de la Tierra aseguran que el núcleo interno gira a su propio ritmo, independiente del núcleo externo líquido y del manto del planeta. Desde la década de 1960, dijeron los científicos, el tiempo de viaje de las ondas sísmicas que emanan de terremotos observados en unas pequeñas islas de Japón en el Pacífico ha cambiado, lo que indica que el núcleo interno gira más rápido que el manto del planeta, la capa justo más allá del núcleo externo.

Estudios posteriores continuaron las estimaciones de la tasa de esa super-rotación, para concluir que el núcleo interno gira más rápido que el manto en aproximadamente una décima de grado por año. Pero no todos están de acuerdo. Otro trabajo ha sugerido que la super-rotación ocurre principalmente en períodos distintos, como a principios de la década de 2000, en lugar de ser un fenómeno continuo y constante. Algunos científicos incluso argumentan que la super-rotación no existe y que las diferencias en los tiempos de viaje de los terremotos son causadas por cambios físicos en la superficie del núcleo interno.

El núcleo de la Tierra se detuvo

Un reciente estudio publicado en Nature Geoscience concluye que el núcleo de la Tierra se ha frenado y es posible que esté girando o comience a girar en sentido contrario a la superficie del planeta. Este movimiento impacta en la geofísica de nuestro planeta.

Los dos autores del trabajo son Yi Yang y Xiaodong Song, del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín, en China. Ambos han intentado resolver un enigma vigente desde que, hace varios años, se confirmó que la Tierra contiene una especie de planeta dentro de otro. Esto es, el núcleo interno y el núcleo externo y manto del planeta.

El estudio analizó cientos de terremotos y concluyó que el núcleo interno del planeta fue perdiendo velocidad hasta detenerse y girará en sentido contrario al de la superficie.

Hace 70 años atrás el núcleo de la tierra y la superficie terrestre giraban al unísono en la misma dirección, hacia el este. Actualmente el núcleo interno se ha frenado y comienza a girar en sentido contrario, hacia el oeste, de manera paulatina, mientras que el resto de la capa terrestre continúa normalmente su rotación.

Estos cambios en la rotación de la Tierra impactan en cuestiones geofísicas de nuestro planeta. Por un lado, los días se acortan en fracciones de segundos e influye en el clima y en el nivel del mar.

Estos cambios se deben a que la contra-rotación afecta directamente al campo gravitatorio del planeta ya que el centro de gravedad se encuentra en el núcleo de la Tierra. Esto impacta en los niveles de las mareas, genera deformaciones terrestre en los polos, es decir, se estiran, y sumado a las alteraciones en el campo magnético de la tierra, termina generando anomalías en el clima de nuestro planeta.

“La rotación del núcleo interno dentro del externo también altera el campo gravitatorio interno y causa deformaciones en la superficie, lo que a su vez puede influir en el nivel del mar. Estos cambios podrían también afectar a la temperatura global del planeta”, comenta Xiadong Song, uno de los autores del estudio.

Sin embargo, a pesar de que el estudio es muy bueno y con muchos años de evidencia. Aún es muy pronto asegurar que lo que propone sea algo que está sucediendo por primera vez en la historia. Ya que es posible que en los próximos años y con mejores simulaciones podamos ver que tal vez el núcleo de la Tierra sigue estos ciclos.

Una “larga historia de registro continuo de datos sísmicos es fundamental para monitorear el movimiento del corazón del planeta”, concluyen los autores Yang y Song.

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