Cómo las microrredes eléctricas pueden ser un camino para la sostenibilidad energética

Las microrredes son sistemas de energía localizados, que pueden operar de manera independiente o en conjunto con la red eléctrica principal, por lo que su implementación en época estival, permite optimizar el consumo energético como respuesta al aumento de la demanda, ofreciendo una alternativa sostenible al uso intensivo de combustibles fósiles.

El uso de microrredes está ganando reconocimiento en América Latina, especialmente en países como Chile y Perú. En Chile, por ejemplo, estos sistemas han mejorado el acceso a la energía en comunidades rurales y han impulsado proyectos de energías renovables, fomentando la sostenibilidad. Por otro lado, en Perú las microrredes han sido clave para electrificar zonas aisladas, promoviendo el desarrollo social y económico. Ambos países están apostando por el potencial de estas tecnologías para robustecer su infraestructura energética y avanzar hacia un futuro más limpio.

En este contexto, Anderson Gómez, Key Account Manager de Schneider Electric, explica que “las microrredes son sistemas de energía localizados que pueden operar de manera independiente o en conjunto con la red eléctrica principal. Además, están compuestas por fuentes de energía renovable, almacenamiento de energía y sistemas de gestión que permiten un control y distribución eficiente de la energía”.

Y es que en la vida diaria las microrredes pueden ser utilizadas de múltiples maneras ya que proporcionan energía a comunidades, edificios o instalaciones industriales, especialmente en áreas remotas o donde la red eléctrica es inestable. Esto las convierte en una solución estratégica para garantizar un suministro confiable y sostenible. Además, su capacidad para integrar fuentes renovables, como solar y eólica, reduce la dependencia de combustibles fósiles y fomenta un modelo energético más limpio.

Según indica Gómez, esta tecnología ofrece una combinación única de beneficios: resiliencia, sostenibilidad, eficiencia y flexibilidad. Adicionalmente, “no solo aseguran la continuidad de las operaciones durante cortes de energía prolongados, sino que también optimizan el consumo, reducen costos operativos y se adaptan a las necesidades específicas de cada comunidad o instalación”, explica.

No obstante, en temporadas de altas temperaturas, como el verano, el consumo energético se dispara debido al uso intensivo de sistemas de refrigeración. Incluso, según un informe de Infobae (2025), los aires acondicionados representan un incremento del 40% en la demanda eléctrica, alcanzando el peak de 10.000 megawatts (MW), especialmente entre las 13:00 y las 17:00 horas. Es por esto que estas soluciones energéticas ofrecen una opción eficiente al integrar tecnologías de gestión que optimizan el uso de recursos. Al combinar energía renovable con sistemas de almacenamiento, estas plataformas ajustan la generación y el consumo en tiempo real, minimizando el desperdicio de energía. Además, promueven prácticas de eficiencia como la gestión de la demanda, que ayuda a reducir el consumo durante las horas más altas de demanda.

El interés por este sistema no es exclusivo de América Latina. A nivel global, es considerado una importante dirección para el desarrollo de las energías renovables. Para acelerar la construcción de estas, en 2015 National Energy Administration, en China, emitió una directriz con el fin de explorar la tecnología y la gestión operativa de las microrredes, establecer requisitos para la construcción de microrredes, crear una planificación precisa y proporcionar una construcción y gestión de buena calidad de éstas.

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