Avanzan gestiones para proteger humedales “La Negra” y “Salar del Carmen” de Antofagasta
De esta manera se busca reconocimiento oficial de ambos humedales y, además, detener su deterioro y garantizar su conservación.
La Secretaría Regional del Medio Ambiente de Antofagasta junto a Fundación Kennedy, avanzan en el trabajo que busca poner bajo protección oficial los humedales “La Negra” y “Salar del Carmen”, ubicados en el límite urbano de Antofagasta, los cuales son utilizados como zonas de descanso, alimentación y reproducción por un gran número de especies, entre las que destacan aves nativas y migratorias, reptiles y anfibios.
En una visita a ambos ecosistemas, el seremi del Medio Ambiente, Gonzalo Bravo junto al coordinador regional de Fundación Kennedy, Francisco Gómez, se refirieron a la urgente necesidad de que estos humedales sean reconocidos como áreas protegidas, con el propósito de contribuir a detener su deterioro, preservar su biodiversidad y garantizar su conservación.
Según explicó la autoridad ambiental, con la publicación del Reglamento de la Ley 21.202 de humedales urbanos, el Ministerio del Medio Ambiente comenzó a implementar el proceso de reconocimiento de la calidad de humedales urbanos, estableciendo criterios mínimos para su sustentabilidad y con ello, el resguardo efectivo de los beneficios que estos ecosistemas entregan a las ciudades, como áreas verdes, espacios para la recreación, ecoturismo, control de inundaciones, mitigación del cambio climático, entre otros.
“Los humedales urbanos –dijo- prestan beneficios socioambientales fundamentales para las comunidades, protegiéndonos de eventos extremos, regulando el clima y siendo fuente de agua y alimento, que son claves para el desarrollo local. De allí la importancia de avanzar en este trabajo conjunto que nos permita que “La Negra” y “Salar del Carmen”, sean declarados como humedales urbanos de Antofagasta”, precisó Bravo.
Humedales
“Humedal La Negra”, se localiza en el sector norte del barrio industrial La Negra, a un costado de la planta de Cementos Bío-Bío y se extiende por aproximadamente 600 metros hacia el norte. Según el levantamiento de información de Fundación Kennedy, este ecosistema se encuentra gravemente presionado ya que sufre diversas amenazas que lo ponen en peligro.
Dentro de las principales amenazas, destaca su importante fragmentación debido al paso de la línea ferroviaria; la extracción de agua desde su principal cuerpo de agua, constantemente rellenado e
intervenido, y la presencia de perros de vida libre que depredan la fauna existente. A pesar de esta situación, según explicó Francisco Gómez, el humedal es utilizado por una gran variedad de aves, sobre todo migratorias, que aprovechan el lugar como zona de descanso y alimentación, ya que en el sector, la poca vegetación existente concentra una gran cantidad de macroinvertebrados (insectos voladores y terrestres) que son parte de su alimento y también por reptiles y mamíferos pequeños.
En tanto, el humedal “Salar del Carmen” conocido también como “Kilómetro 12”, se encuentra emplazado 920 metros del costado sur de la carretera (ruta 26, kilómetro 12) salida este de la ciudad de Antofagasta y aproximadamente a 1 kilómetro al sur de la planta de filtros de Aguas Antofagasta S.A.
La zona se caracteriza por ser de carácter rural y desértica. Al costado del humedal se encuentran instalaciones de empresas con galpones y cierres perimetrales. Este ecosistema se abastece de la descarga de remanente de agua proveniente de la planta de filtros (fuente artificial) y permite mantener con vida un humedal superior a 50 hectáreas. El lugar es utilizado ampliamente por aves nativas residentes del humedal y visitado por gran cantidad de aves migratorias en temporada estival, debido a que provee una zona de alimentación y descanso en pleno desierto, convirtiéndose en un oasis importante para las especies que allí habitan.
Además de las cerca de 50 especies de aves que se han registrado en el sector, se evidencia la presencia de reptiles como el Corredor de Tarapacá (Microlophus tarapacensis) y se han observado especies de anfibios y rastros de roedores, los cuales se está investigando si corresponden a especies nativas de la zona.
Según explicó Francisco Gómez, estos humedales son refugios para un gran número de especies que dependen de ellos, tanto para fauna residente y endémica como para aves migratorias que dependen de la disponibilidad de estas zonas para lograr sus viajes de más de 12.000 km hasta el hemisferio norte.
“Perder estos humedales –comentó- sería irreparable e implicaría perder nuestro patrimonio natural local único y aún poco valorado. El catastro que estamos realizando como Fundación se enmarca en la protección de especies tan importantes como el caracol de la Chimba o el caso de los corredores de Atacama y de Tarapacá, y las aves migratorias que necesitan zonas de descanso y lo hacen en el borde costero de Antofagasta. Son especies que por el largo trayecto en su ruta, necesitan recuperación de energía para hacer el trayecto completo. Estos humedales que hoy están deteriorados, son los únicos refugios de descanso para ellos”, concluyó.
Fiscalización
Cabe destacar que el seremi Gonzalo Bravo, participó también en una jornada de fiscalización al humedal de “La Negra”, organizada por el Director Regional de Aguas de la región de Antofagasta, Danilo Orellana y en la que participó también la jefa regional de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), Sandra Cortez; con el objetivo de inspeccionar en terreno las continuas denuncias por extracción de agua desde ese ecosistema.