Austria rechaza “lavado verde” a la energía atómica y al gas de origen fósil por lo que recurrirá ante Tribunal de Justicia de la UE

1. Ministerrat der Regierung Kurz II., Bundeskanzleramt, Vienna (AT), 08.01.2020, Foto: Arno Melicharek

El Gobierno de Austria denunciará ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la clasificación como «energía verde» del gas y la nuclear, decidida por la Comisión Europea (CE). Ministra austriaca de Medio Ambiente Leonore Gewessler advirtió que ignoraron sus propias normas de procedimiento, no consideraron la opinión de expertos, ni la postura en contra de muchos países socios de la UE.

Torres de enfriamiento de una central nuclear

La ministra austríaca de Medio Ambiente, la ecologista Leonore Gewessler, denunció que esa categorización supone hacerle un «lavado verde» a la energía atómica y al gas de origen fósil, y señaló que su país preparará en las próximas semanas un recurso de nulidad contra la decisión de la CE.

Austria y Luxemburgo

Gewessler señaló que también Luxemburgo se ha unido a la iniciativa austríaca. Ambos países se suman al rechazo ya manifestado de los gobiernos de Dinamarca y España para no otorgar al gas y a la energía nuclear el mismo sello «verde» de las renovables.

La ministra indicó que antes de iniciar el procedimiento legal es preciso esperar a que la clasificación entre en vigor.

El anuncio de la ministra fue respaldado por el canciller federal, Karl Nehammerm, del conservador Partido Popular austríaco, quien afirmó que Austria sigue comprometida con la expansión de las energías renovables.

Ministra de Medio Ambiente de Austria, Leonore Gewessler / Imagen Arno Melicharek

Ni verde ni sostenible

«La energía nuclear no es ni ‘verde’ ni sostenible. La decisión de la UE no es comprensible», aseguró el jefe del Gobierno en Twitter.

Gewessler acusó a la CE de haber ignorado sus propias normas de procedimiento, la opinión de expertos y la postura en contra de muchos países socios de la Unión Europea, y de haberse plegado a los «deseos del lobby nuclear«.

La ministra dijo que la energía nuclear «no aporta nada a la protección del clima» y la calificó de obsoleta y demasiado cara.

Además, defendió que una energía verde no puede causar daños al medioambiente, algo que, dijo, quedó claro con el accidente de la central nuclear japonesa de Fukushima en 2011.

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