La eficiencia hídrica de la minería chilena se sustenta en el reúso de agua y la desalinización

La tendencia de la minería chilena es la sustentabilidad hídrica mediante el aumento de la capacidad instalada en desalinización de agua de mar, no sólo para asegurar el suministro a partir de una fuente virtualmente inagotable como el océano, sino también para reducir la explotación sobre las fuentes continentales, hacer frente al cambio climático, y establecer mejores relaciones con las comunidades.

Desaladora de CAP en la Región de Atacama / Imagen cedida por ALADYR

Así lo hizo saber Patricio Mártiz, director de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR y gerente de desarrollo de ITECK.  Esta afirmación fue parte del encuentro virtual, Ondas del Agua, que sostuvo la Asociación el pasado miércoles con representantes del sector minero, en el que disertaron sobre los beneficios de la desalación tanto para la actividad económica como para el entorno en el que se desenvuelven.

Región de Atacama

Denis Concha, gerente de operaciones de Aguas CAP, empresa abastecedora de agua desalinizada para mineras de la región de Atacama, dijo que tienen como objetivo ser un “buen vecino” en la comunidad donde están insertas, haciendo que sus operaciones tengan un impacto positivo en la calidad de vida de esta. En este sentido, Concha mencionó que Aguas CAP, aparte de abastecer a las faenas propias, también lo hace a terceros, a usuarios agrícolas y a la comunidad. “En principio decidimos que toda el agua de las faenas se reutilizara y que la fresca proviniera de la desalación, aun cuando tenemos permisos de extracción, eso habla de la filosofía sustentable y sostenible de la empresa”.

Detalló que la planta nació para alimentar a los yacimientos del grupo pero se abrió a otros usuarios, con agua potable para la ciudad de Caldera y riego agrícola en el sector de Tierra Amarilla, constituyéndose así en una desaladora multipropósito. Este aporte representa casi el 50% del consumo potable de Caldera, que anteriormente padecía por la falta de disponibilidad y calidad del recurso. En el caso de los agricultores el suministro de agua desalada oscila entre un tercio a un cuarto de la que emplean.

Collahuasi en la Región de Tarapacá

Por su parte, Gaetano Manniello, gerente de comunidades de Collahuasi, gran minera de cobre con faena principal ubicada en el altiplano de la región de Tarapacá, puntualizó que constantemente buscan el equilibrio entre el desarrollo económico del negocio y el de las comunidades.

Collahuasi usa una fuente hídrica continental pero está en la transición para abastecerse de agua desalada para los próximos 20 años, con lo que alcanzaría, al menos, que un 60% del agua empleada sea desalada. Por otra parte, el proyecto de su planta desaladora impone un desafío técnico importante, dado que tienen que impulsar el recurso hídrico a casi cinco mil metros de altura y por 200 kms, que es donde se encuentra el yacimiento. Destaca que la recuperación, reúso y recirculación de agua llega a un 80% y que estas son las principales herramientas para alcanzar una alta eficiencia hídrica.

Respecto de las comunidades, Manniello indicó que están en permanente contacto, dando soporte a iniciativas que le provean mejor calidad de vida. En ese contexto comentó que Collahuasi está desarrollando un proyecto, en etapa piloto, para abastecer a comunidades aisladas con aguas provenientes de reúso de aguas grises y captura de agua desde el aire; lo que apunta a cambiar la calidad de vida en dichas áreas en algo esencial como el agua.

Finalmente, el director de Aladyr culminó reiterando que el mayor desarrollo minero del país está en lugares donde no hay agua como el desierto de Atacama, y que el desarrollo minero permite aumentar la calidad de vida de la zona, por lo que el futuro de la relación entre minería, agua y comunidad, está ineludiblemente marcado por la desalación y el reúso de agua.

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