En promedio cada año se pierde el 30% del agua potable que produce la industria sanitaria en Chile

En el Día Mundial del Agua y ante la prolongada sequía que afecta a Chile, surge como gran desafío la eficiencia en el uso del recurso más preciado para la vida. Pero el esfuerzo debe ser compartido por el consumidor y por quien le corresponde la labor de abastecer, en este caso las empresas sanitarias, que solo durante el año 2018 perdieron 539 millones de metros cúbicos de agua potable que no llegó hasta sus consumidores finales. La cifra representa el consumo anual de casi 3 millones de familias en el país. El desafío está a la vista.

En Chile la prolongada sequía que afecta al país y que mantiene un déficit de agua cercano al 40% anual -según datos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA)- alerta sobre la sostenida disminución de las fuentes de abastecimiento de agua para la población. En este escenario, las empresas sanitarias han debido extremar sus medidas a lo largo de Chile, para asegurar la continuidad del servicio.

Hasta ahí todo suena normal, pero en ese esfuerzo por contar con más fuentes de abastecimiento surge una de las mayores “piedra en el zapato” para la industria de abastecimiento de agua en Chile, puesto que en promedio más del 30% del agua potable que producen las empresas sanitarias distribuidas a lo largo del país, no se factura a los clientes, la razón: se pierde por filtraciones o roturas en las líneas de producción y distribución, situación que representa alrededor del 74% de ese indicador. el restante 26% se divide entre problemas en la medición, conexiones clandestinas domiciliarias o uso de agua para extinción de incendios por parte de Bomberos.

En 2018, según las cifras disponibles por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), la producción alcanzó un volumen de 1.740 millones de m3. En tanto, en el mismo periodo, el consumo -que está representado por los metros cúbicos de agua potable registrado por los medidores domiciliarios y facturado a los clientes de cada compañía- registró 1.201 millones de m3. Es decir se perdieron 539 millones de metros cúbicos, lo que representa el consumo anual de más de 2 millones 916 mil familias, considerando el consumo promedio mensual de cuatro personas asociado a una media de uso de agua de 15,8 metros cúbicos.

Sin duda el gran desafío para esta industria es la disminución de sus pérdidas a partir de un mayor y más acelerado desarrollo tecnológico en sus sistemas de conducción, gestión y estrategias que puedan ayudar a disminuir estas mermas que cada año se hacen más sensibles ante el contexto de las -cada vez más- prolongadas sequías.

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