Aumenta población de anchoveta en norte de Chile

La pesca de la Anchoveta está ad portas de pasar de sobreexplotada a subexplotada en el norte de Chile, gracias a diversas medidas implementadas tanto por la industria pesquera como por las autoridades del sector, según confirman últimos Comités Científico Técnicos realizados, lo que daría mayor sustentabilidad a este recurso pesquero

Al parecer en franca recuperación se encontraría el recurso pesquero anchoveta en el norte de Chile, esto gracias a diversas medidas de sustentabilidad y protocolos de pesca responsable aplicados para la especie, lo que ha dado como resultado una rápida evolución de la población en esta parte del país.

En efecto, todo hace pensar que las medidas implementadas tanto por la industria pesquera como por las autoridades del sector han dado resultados, según lo demuestran las últimas sesiones de los Comités Científico Técnicos de octubre y diciembre, instancias donde se actualizaron los estados de explotación de las pesquerías y rangos de capturas aceptables para el año 2020.

En ese contexto, la anchoveta pasó de estar en la categoría de pesquería sobreexplotada a pesquería subexplotada, lo que representa un avance en el proceso de repoblación de la especie, considerando que en los últimos tres años se había mantenido en una situación de riesgo.

Para el director del Centro de Investigación Aplicada del Mar (CIAM), Carlos Merino, este cambio no es sólo debido a la normalización de las condiciones ambientales imperantes en el océano del norte de Chile, sino que es también producto de las acciones tomadas para revertir lo que desde el CIAM denominaron como “un escenario preocupante”.

Merino destacó las mejoras implementadas al modelo de evaluación de stock de anchoveta, que ahora recoge de forma más adecuada el comportamiento biológico de esta especie. Pero, fundamentalmente, el especialista subrayó la relevancia de una política de operación responsable de los principales actores del sector. “Sin duda eso generó las condiciones adecuadas para el incremento en los niveles de reclutamiento de la anchoveta del norte, esto es, el ingreso de nuevos cardúmenes de peces”, aclaró.

Tolerancia Cero

Una de las medidas más emblemáticas establecidas por iniciativa propia por parte de la industria, fue una suerte de “tolerancia cero”, consistente en el cese de operaciones inmediato en cualquier zona en la que se detectara la presencia de ejemplares juveniles de anchoveta, ejemplares que por edad aún no habían alcanzado la capacidad para reproducirse. “La política establecida obligó a las naves a modificar su curso y navegar a sectores donde los cardúmenes estuviesen constituidos por individuos adultos, que al menos hubiesen tenido una o más generaciones, con el fin de proteger la población de esta especie”, recalcó Merino.

Acompañando este proceso, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura efectúa regularmente una serie de estudios y programas de monitoreo de cada una de las pesquerías nacionales, los que son desarrollados principalmente por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y diversas universidades. Los resultados de estas investigaciones permiten a científicos especializados en evaluaciones de stocks, modelar el estado de una pesquería y poder informar tanto a comités científicos como a la opinión pública sobre la asignación de cuotas de pesca para cada año.

Y aunque es una buena noticia, el director del CIAM también enfatiza que la anchoveta, por sus rasgos propios, presenta ciertas complejidades a la hora de proyectar su comportamiento y ciclo de vida. “Es un pez de alta plasticidad, que responde de diferentes formas a las condiciones ambientales imperantes, elementos que no son manejados por el hombre, por lo tanto, de igual forma existe algún nivel de incertidumbre permanente”, aseveró el representante del Centro de Investigación.

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